Abel Molina, divorciado y arquitecto de profesión, acaba de cumplir sesenta y cinco años de edad y decide jubilarse. Sus compañeros de trabajo para celebrarlo, le hacen un regalo. Quince días pagados en un balneario de Tenerife. Por otra parte, Ana Robles, soltera y eminente abogada, le ocurre lo mismo y casualmente sus colaboradores del despacho han pensado obsequiarle con lo mismo. Resulta que en ambos casos les han ocultado que el citado balneario no es lo que se entiende por normal. Lo que nadie sabe, es que estos dos personajes tuvieron una relación de jóvenes que acabó mal y que la anima versión que siente ella por él, a pesar de haber pasado cuarenta y cinco años, sigue latente. Su encuentro y el marco tan especial donde se hospedan, harán que se vean envueltos en sorprendentes situaciones. ¿Basada en un hecho real? No, pero nunca se sabe.