ACTO I
El teatro representa la cámara del REY.
ESCENA I
FROILÁN, FLORENCIO.
FROILÁN Alabado sea Dios.
FLORENCIO Por siempre alabado, amén.
FROILÁN ¿Qué hay, Florencio?
FLORENCIO El rey os llama
FROILÁN ¿Tan temprano?
FLORENCIO Son las diez.
FROILÁN Como no suele...
FLORENCIO ¿Y qué importa?
¡Qué linda flema tenéis!
FROILÁN ¿Se ha de salir en ayunas
uno a la calle?
FLORENCIO No a fe.
¡Todo un padre Froilán Díaz,
todo un confesor del rey!
¡No faltaba más...! Por eso
muy reforzado vendréis,
no con manjares livianos,
sino fruta de sartén:
jamón, torreznos... y es justo;
porque el oficio es cruel.
FROILÁN Pajecillo sin conciencia,
ni temor de Dios, yo haré...
En fin, ¿qué sucede, di?
FLORENCIO ¿No sabéis...?
FROILÁN ¿Qué he de saber?
FLORENCIO Hemos tenido una noche...
¡qué noche...! Por poco el rey
se nos queda entre las manos.
FROILÁN ¿Qué dices? ¿Le dio otra vez
el insulto?
FLORENCIO Sí, terrible,
cual nunca... Yo me asusté.
¡Qué temblor! ¡Qué convulsiones!
¡Qué alaridos...! Más de seis
éramos a sujetarle;
mas, ¿quién le sujeta, quién?
Parece, Dios me perdone,
un endemoniado.
FROILÁN Pues
no hay que burlarse, que acaso...
FLORENCIO ¿Qué?
FROILÁN No digo que lo esté;
mas los síntomas... Y luego
la gente ha dado en creer...
FLORENCIO Dichos del vulgo.
FROILÁN Algo más;
que el tribunal de la fe
ha llegado a tomar cartas
en el asunto, y tal vez...
FLORENCIO ¿Formará causa al demonio
y en un anto le hará arder?
FROILÁN ¡Hereje...! Calle esa lengua.
FLORENCIO ¡Ay, del refrán me olvidé!:
¡Con la inquisición, chitón!
FROILÁN ¡Pues cuidado...! Yo no sé,
en verdad, cómo a su lado
el rey te puede tener.
¡Un hombre sin religión!
FLORENCIO Padre, no me calumniéis:
que a veces quien más la invoca,
más la vulnera también.
Soy joven, vivo y alegre;
el rey es triste; tal vez
suelo sus melancolías
con mis chistes distraer.
¡Qué mucho, pues, que me quiera,
que me proteja! -Sabed
(Más bajo, acercándose a él.)
que quiere ser mi padrino.
FROILÁN ¿Qué, te casas?
FLORENCIO Sí.
FROILÁN ¿Con quién?
FLORENCIO Con un ángel.
FROILÁN ¿Será joven?
FLORENCIO Sí; de mi edad vendrá a ser.
FROILÁN ¿Bella?
FLORENCIO Sin igual.
FROILÁN ¿Modesta?
FLORENCIO El mismo candor.
FROILÁN ¡Muy bien!
No hay que preguntar si la amas.
FLORENCIO La amo, la adoro: poco es.
Cuando en ferviente oración
vuestra mente con desdén
de este mundo se desprende
y el cielo entreabierto ve,
¿no adoráis arrebatado
del trono eterno a los pies
esa inmaculada Virgen
vencedora de Luzbel?
De virtud la aureola pura
ciñe su divina sien,
sus ojos, fuente de vida,
consuelo infunden do quier,
su risa enajena el alma,
sus labios expiden miel,
y a su voz el firmamento
tiembla de amor y placer.
Así tan pura y tan bella
se muestra mi amada Inés;
y cual los ángeles aman
así la adoro también.
FROILÁN ¡Cómo...! ¿Inés?
FLORENCIO Sí.
FROILÁN ¿Bella, joven?
FLORENCIO ¿Acaso la conocéis?
FROILÁN No... pero... Di: ¿dónde vive?
FLORENCIO ¡Oh! Mucho queréis saber.
FROILÁN Curiosidad.
FLORENCIO Algo extraña.
FROILÁN De mí ¿qué puedes temer
FLORENCIO Los ojos se os encandilan;
padre, mala señal es.
FROILÁN ¿Eso dices a quien voto
formó...?
FLORENCIO Con voto o sin él,
no os la fiara, por Dios.
FROILÁN ¡Insolente...! Juro...
(Sale un UJIER.)
UJIER El rey.
FLORENCIO Poco me gusta este fraile. (Aparte.)
Mala alma debe tener.
El teatro representa la cámara del REY.
ESCENA I
FROILÁN, FLORENCIO.
FROILÁN Alabado sea Dios.
FLORENCIO Por siempre alabado, amén.
FROILÁN ¿Qué hay, Florencio?
FLORENCIO El rey os llama
FROILÁN ¿Tan temprano?
FLORENCIO Son las diez.
FROILÁN Como no suele...
FLORENCIO ¿Y qué importa?
¡Qué linda flema tenéis!
FROILÁN ¿Se ha de salir en ayunas
uno a la calle?
FLORENCIO No a fe.
¡Todo un padre Froilán Díaz,
todo un confesor del rey!
¡No faltaba más...! Por eso
muy reforzado vendréis,
no con manjares livianos,
sino fruta de sartén:
jamón, torreznos... y es justo;
porque el oficio es cruel.
FROILÁN Pajecillo sin conciencia,
ni temor de Dios, yo haré...
En fin, ¿qué sucede, di?
FLORENCIO ¿No sabéis...?
FROILÁN ¿Qué he de saber?
FLORENCIO Hemos tenido una noche...
¡qué noche...! Por poco el rey
se nos queda entre las manos.
FROILÁN ¿Qué dices? ¿Le dio otra vez
el insulto?
FLORENCIO Sí, terrible,
cual nunca... Yo me asusté.
¡Qué temblor! ¡Qué convulsiones!
¡Qué alaridos...! Más de seis
éramos a sujetarle;
mas, ¿quién le sujeta, quién?
Parece, Dios me perdone,
un endemoniado.
FROILÁN Pues
no hay que burlarse, que acaso...
FLORENCIO ¿Qué?
FROILÁN No digo que lo esté;
mas los síntomas... Y luego
la gente ha dado en creer...
FLORENCIO Dichos del vulgo.
FROILÁN Algo más;
que el tribunal de la fe
ha llegado a tomar cartas
en el asunto, y tal vez...
FLORENCIO ¿Formará causa al demonio
y en un anto le hará arder?
FROILÁN ¡Hereje...! Calle esa lengua.
FLORENCIO ¡Ay, del refrán me olvidé!:
¡Con la inquisición, chitón!
FROILÁN ¡Pues cuidado...! Yo no sé,
en verdad, cómo a su lado
el rey te puede tener.
¡Un hombre sin religión!
FLORENCIO Padre, no me calumniéis:
que a veces quien más la invoca,
más la vulnera también.
Soy joven, vivo y alegre;
el rey es triste; tal vez
suelo sus melancolías
con mis chistes distraer.
¡Qué mucho, pues, que me quiera,
que me proteja! -Sabed
(Más bajo, acercándose a él.)
que quiere ser mi padrino.
FROILÁN ¿Qué, te casas?
FLORENCIO Sí.
FROILÁN ¿Con quién?
FLORENCIO Con un ángel.
FROILÁN ¿Será joven?
FLORENCIO Sí; de mi edad vendrá a ser.
FROILÁN ¿Bella?
FLORENCIO Sin igual.
FROILÁN ¿Modesta?
FLORENCIO El mismo candor.
FROILÁN ¡Muy bien!
No hay que preguntar si la amas.
FLORENCIO La amo, la adoro: poco es.
Cuando en ferviente oración
vuestra mente con desdén
de este mundo se desprende
y el cielo entreabierto ve,
¿no adoráis arrebatado
del trono eterno a los pies
esa inmaculada Virgen
vencedora de Luzbel?
De virtud la aureola pura
ciñe su divina sien,
sus ojos, fuente de vida,
consuelo infunden do quier,
su risa enajena el alma,
sus labios expiden miel,
y a su voz el firmamento
tiembla de amor y placer.
Así tan pura y tan bella
se muestra mi amada Inés;
y cual los ángeles aman
así la adoro también.
FROILÁN ¡Cómo...! ¿Inés?
FLORENCIO Sí.
FROILÁN ¿Bella, joven?
FLORENCIO ¿Acaso la conocéis?
FROILÁN No... pero... Di: ¿dónde vive?
FLORENCIO ¡Oh! Mucho queréis saber.
FROILÁN Curiosidad.
FLORENCIO Algo extraña.
FROILÁN De mí ¿qué puedes temer
FLORENCIO Los ojos se os encandilan;
padre, mala señal es.
FROILÁN ¿Eso dices a quien voto
formó...?
FLORENCIO Con voto o sin él,
no os la fiara, por Dios.
FROILÁN ¡Insolente...! Juro...
(Sale un UJIER.)
UJIER El rey.
FLORENCIO Poco me gusta este fraile. (Aparte.)
Mala alma debe tener.
Carlos II El Hechizado
-
Autor:
Antonio Gil y Zarate
- Código del producto: 540
- Categoría: Biografías, literatura y estudios literarios, Obras de teatro, textos teatrales
- Temática: Obras de teatro, textos teatrales
-
ISBN:
- 9788497702881 - PDF Cómpralo aquí
- Idioma: Español / Castellano